He titulado para el título de esta entrada un adagio de Erasmo de Rotterdam: "quien quiere commerse el interior de una nuez, primero rompe la nuez" Parafraseando el adagio: el que quiere conseguir algo, tiene que exforzarse por conseguirlo. Y en mi caso yo sí he roto la nuez en la que estaba, anclado en una visión antigua de mi experiencia didáctica donde yo era el portador de todo el conocimiento ante mis alumnos. Gracias al curso que ahora acaba, esta visión ha saltado por los aires y se me ha abierto un nuevo camino, una nueva visión.
Flipped Classroom es una nueva realidad para mí. Lo aprendido y trabajado me da fuerzas para poder aplicarlo en mis clases próximamente (quizá en este mismo curso escolar, aunque con toda seguridad en el próximo -festina lente, magister!)
Como muestra de lo que he aprendido, aquí tenéis el proyecto que he creado para este curso: El Sueño de Hipnos La manera de aplicarlo será muy diversa; tanto en el apartado de historia, mitología, incluso en los apartados de morfología y gramática, siempre tan áridos y difíciles para los alumnos: ¡se abre todo un mundo de posibilidades!
También he aprendido mucho de los compañeros de curso. Sus sugerencias y críticas, siempre constructivas, me han mostrado ideas que a mí se he habían pasado, o incluso no había pensado. Gracias a todos. Y cómo no, gracias a la tutora, Olga Díez, compañera de clásicas (creo): tus comentarios siempre han sido muy inspiradores. Espero que nos volvamos a leer por estas redes.
Desde este momento me alzo como aladid de la "clase invertida" (o como versa schola, neotérmino creado por mí) entre mis compañeros de instituto. ¡Esto no ha hecho más que comenzar!
Finalmente me gustaría despedirme con un pequeño poema de Sedulio Escoto que es casi una descripción de mí mismo. Aquí os dejo sus palabras:
Aut lego, vel scribo, doceo scrutorve sophiam:
obsecro Celsithronum nocte dieque meum.
Vereor, poto libens, rithmizans invoco Musas,
dormisco sternens: oro Deum vigilans.
Conscia mens scelerum deflet peccamina vitae:
parcite vos misero, Christe, Maria, viro.
Amici, avete atque valete!
